Demasiadas palabras

Inicio » Opinión » Acatar

Acatar

Ahora que la actualidad política se agita con patrias y banderas, con agravios, amenazas y desvergüenzas, políticos y periodistas portan consignas como si fueran palomas mensajeras. Muchos, a cuenta de la consulta catalana, chapurrean sobre la obligación de acatar y cumplir leyes y sentencias. Quienes se permiten esa contundencia al hablar o escribir, ¿conocen el significado de la palabra acatar? Si la respuesta es positiva, entonces cabría preguntarse si es más lamentable la ignorancia o el conocimiento.

No soy catalán, tampoco nacionalista. Soy de esos de la mala reputación de Brassens, de esos a los que la música militar nunca supo levantar y de los que nunca siguió al abanderado de turno. No soy nacionalista ni catalán, pero percibo el miedo a la democracia. ¡La Constitución no autoriza la consulta!, vocifera alguien. ¿Seguro que la responsable es la Carta Magna? Cuando el poder necesitó apretarnos aún más las clavijas, se abordó una reforma constitucional a toda prisa y sin debate previo. Es la democracia que tenemos. La que responde al viejo camelo del absolutismo borbónico: todo para el pueblo pero sin el pueblo. Una democracia rígida o flexible, según intereses del poder. El problema no es la Constitución, que también, sino la determinación de quienes temen la voz de la ciudadanía. Ahora que tanto se habla de regeneración, qué mejor instrumento de regeneración democrática que la consulta a los ciudadanos. El Gobierno no lo entiende así porque ha renunciado a la política y a la democracia cuando delega sus competencias en los tribunales. Los ciudadanos discrepamos, interpretamos la realidad de diferentes maneras según perspectivas. La política es, o debiera ser, la encargada de mediar entre las diferencias. Rajoy ha optado por fulminar la política, el diálogo y la capacidad de entendimiento para, de manera cobarde, escudarse en los tribunales.

No soy nacionalista, pero escuchando a tantos exaltados de la unidad nacional, uno siente ganas de ser catalán. Se repite que los catalanes tienen que acatar y cumplir la sentencia del Constitucional y uno, que no es nada revolucionario y confunde banderas y banderías, llegado el caso, se limitaría a cumplir lo sentenciado, ¡qué remedio!, pero no acataría nunca lo dictaminado por un tribunal político presidido por un militante del PP. Aunque siempre hay espacio para la desobediencia civil, la ley se cumple y cuando nos parezca perjudicial o nociva tenemos la obligación ciudadana de apoyar a formaciones que garanticen el cambio de la misma.

Las leyes, como las sentencias, hay que cumplirlas; pero, ¿qué es eso de acatarlas? Además de cumplir, ¿es necesario ese matiz reverencial y de sumisión que implica todo acatamiento? Acatar es mucho más que obedecer.

Cuando hay dudas con el significado de las palabras es aconsejable recurrir al diccionario. Y el diccionario dice que acatar es, en su primera acepción, tributar homenaje de sumisión y respeto. Más elocuente aún es la segunda: aceptar con sumisión una autoridad o unas normas legales, una orden, etc. Quienes hablan de acatar la ley o bien desconocen el significado de la palabra o, lo que es aún peor, nos quieren sumisos, como miembros bobos de esa mayoría silenciosa borrega que tanto gusta al actual presidente del Gobierno. La ley se cumple y, llegado el caso, se cambia; pero, ¿qué es eso de acatar?

¿Que es la democracia?, Quiero votar pero puedo esperar, Consultas, Catalunya: la pregunta, La hoja de ruta de Bloomberg para Mariano Rajoy para el problema catalán, La libertad del pueblo catalán y sus aliados, El cuento de la democracia, Rajoy terminará por obligarme a ser independentista, Unas palabras para el ¿Honorable? Artur Mas, Sobre la consulta catalana, Amigas y amigos, os pido vuestro apoyo al derecho a decidir.

http://wp.me/p38xYa-Tv


14 comentarios

  1. Acatar | dice:

    […] Ahora que la actualidad política se agita con patrias y banderas, con agravios, amenazas y desvergüenzas, políticos y periodistas portan consignas como si fueran palomas mensajeras. Muchos, a cuenta de la consulta catalana, chapurrean sobre la obligación de acatar y cumplir leyes y sentencias. Quienes se permiten esa contundencia al hablar o escribir, ¿conocen el significado de la palabra acatar? Si la respuesta es positiva, entonces cabría preguntarse si es más lamentable la ignorancia o el conocimiento. Seguir leyendo en Demasiadas palabras. […]

  2. Charlipap dice:

    En la democracia, como en la estadística, el problema está en el tamaño de la muestra. Este debate es interesantísimo y es una gozada poder participar en libertad. Gracias por las opiniones que leo, y que representan el mejor ejercicio democrático.

  3. grojol dice:

    No desconocen el significado de la palabra acatar, no; de eso saben mucho: acatando, prostituyeron la constitución, con nocturnidad y alevosía. Lo que no parece que huelan es el hedor que produce una palabra parecida: atascar. Y el atasco está servido.
    Salud

    • Juan dice:

      En este caso el conocimiento es mucho peor que la ignorancia. Si lo hacen a conciencia, sería una prueba más de la clase de necios que nos gobiernan.

      • grojol dice:

        Mi teoría es que los necios no son ellos. Son -somos- los que mantienen -mantenemos- un sistema que solo es democrático en apariencia. Coincido en que la utilización del conocimiento -la inteligencia- en provecho de unos pocos, es mucho peor que la ignorancia que, paradójicamente, les da el poder a los que siempre dicen que saben lo que hay que hacer. ¡Ya lo creo que lo saben!

        • Juan dice:

          Muy de acuerdo. los necios somos quienes sustentamos este sistema. A pesar de disponer de más posibilidades que nunca, seguimos teniendo escaso control de la situación y toleramos, indiferentes, seguir siendo los controlados. Vivimos en una sociedad conectada, con posibilidades de contrastar opiniones y enfocar la situación desde distintas perspectivas. Sin embargo, parece que no usamos esas posibilidades. Vivimos en una sociedad anestesiada o estúpida que piensa que la política es cosa de los políticos; como si sus decisiones no nos afectaran. Saludos.

  4. Información Bitacoras.com

    Valora en Bitacoras.com: Ahora que la actualidad política se agita con patrias y banderas, con agravios, amenazas y desvergüenzas, políticos y periodistas portan consignas como si fueran palomas mensajeras. Muchos, a cuenta de la consulta catala…

  5. Verbarte dice:

    Según para qué, según quién, según cuándo y según cómo, la Constitución, los derechos y las libertades se acatan o se atacan. Cuando los poderes atacan, se persigue y criminaliza a quienes no los acatan. Dícen que les atacan cuando ellos no acatan.

    La doble moral, o moral polivalente, les lleva hasta extremos como atacar al Estado Islámico y rendir pleitesía en los negocios y el fútbol a Qatar, atacar a los trabajadores y no acatar el derecho al trabajo, atacar a la mujer y no acatar el derecho a la igualdad, atacar la sanidad y no acatar el derecho a la salud, atacar la libertad de expresión y no acatar la democracia.

    Y no es producto de la confusión. Lo tienen clarísimo.

    Salud

    • Juan dice:

      Magnífico comentario, como siempre. Vivimos en una sociedad que tiene asumido el ser atacada por el poder. Con lo que escribes de acatar y atacar, recuerdo las palabras que Rajoy dijo hace unos días en el Senado en donde, al fragor del debate sobre la consulta catalana, declaró que él respetaba las leyes y creía en el Estado de las Autonomías. Pues bien, año tras año el Gobierno incumple, por poner un ejemplo sistemático, el Estatuto de Autonomía andaluz, que digo yo tiene rango de ley, al aprobar unos Presupuestos del Estado y no cumplir con la inversión estatal en Andalucía que debe ser, según dicho Estatuto, equivalente al peso de la población andaluza sobre el conjunto del Estado. Es sólo un ejemplo de incumplimiento legal del Gobierno del PP y del señor Rajoy. .

  6. Sumisos y esclavos. Así deben ser los buenos españoles. Excelente reflexión, como siempre. Gracias por el enlace. Saludos.

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.