Acerca de

El posible lector de este blog encontrará dos partes bien diferenciadas e independientes entre sí. La primera, a la que se accede a través de las etiquetas desplegables que se muestran en la parte superior de la cabecera, recopila contenidos de la presencia de Vejer de la Frontera en las hemerotecas y libros digitales, así como un espacio para aquellos libros que leo y me sugieren algo. La segunda corresponde a un blog que se ajustará, en la medida de lo posible, a la siguiente declaración de intenciones:

Quedaría bien si escribiera que se trata de un espacio para denunciar las injusticias del sistema; que su fundamento es la solidaridad y la defensa de la libertad de expresión o que su anhelo es contribuir a derrocar la monarquía española que nos fue otorgada bajo la coacción o el temor de cuarenta años de dictadura. Igualmente podría sugerir que «Demasiadas palabras» se propone contribuir en la labor revolucionaria de transformar el mundo con la palabra como única arma. Podría esbozar un texto con frases sonoras y deseos grandilocuentes como las ya escritas, pero inútil tarea; éste es un espacio al que accederán un número muy reducido de lectores o visitantes que igual abandonan su lectura antes de alcanzar el primer punto y aparte.

Como espacio personal, esta bitácora se debe a las obsesiones de quien suscribe y no se exige otro principio que la honestidad y coherencia con sus ideas. Rehúsa la fotografía para no repetir lo que difunden agencias y recogen periódicos, webs y otros blogs. Defiende el anonimato. Quienes saben de etimologías y lenguas muertas conocen que “persona” era un término empleado para denominar a la “máscara” que los actores utilizaban para representar a los personajes en el teatro de la Roma clásica. Si persona era máscara para los romanos y los griegos a las máscaras, usadas en su teatro clásico, las conocían como “hypokritas”; ¿qué relevancia tiene mi identidad? ¿Soy más identificable si firmo con todas las letras? ¿Más valiente? ¿Más honesto?

Los contenidos propios de esta bitácora carecen de copyright. Todo lo que aquí se expresa es producto de lecturas, escuchas y experiencias, debidas o indebidamente asimiladas. Absurdo, puede que otra modalidad de estafa, exigir algo a cambio. «Demasiadas palabras» es propiedad de todos sus posibles lectores.