Demasiadas palabras

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Aquí la chusma

Aunque alguna vez dijera no entender su letra, no tiene problema: los hay que escriben por él. Si el señor presidente afirma gustarle la mayoría silenciosa, rápidamente los voceros y amanuenses del poder se encomiendan a la tarea de glosar los valores de los genuflexos. Y mientras ensalzan la sumisión, contertulios, escribanos y voceros se dedican a esparcir insultos contra quienes expresan sus discrepancias.

Chusma, turba, perroflautas, nazis, desarropados, energúmenos o piojosos, entre otros, son calificativos empleados para referirse a quienes nos expresamos contrarios a las decisiones del Gobierno. Son muchos los integrantes del coro; para encontrarlos, basta zapear por la TDT o dar un vistazo al quiosco. Ahora, cuando la Audiencia Provincial de Madrid avala que el escrache no es delito, insultos y desprecios se recrudecen alentados por destacados miembros del PP muy ofuscados por la decisión judicial. Y mientras Esperanza Aguirre, en su apuesta por la separación de poderes, espera que Gallardón, vía el nuevo Código Penal, impida que se puedan repetir autos y sentencias como la dictada; Ana Botella, ¿con abrigo de bisón?, pide a los jueces que no escuchen a la calle porque es propio de la Revolución Francesa.

¿Qué más quieren de la ciudadanía? Cuando el gobierno suprime derechos y nos hace pagar la crisis que no provocamos, sus apologetas nos someten a un pimpampum tan interminable como soez. Para ellos, todo discrepante es chusma, gentuza, escoria, populacho, plebe… ¿Acaso no nos asiste el derecho y la Constitución a cuantos expresamos rechazo y protesta ante unos recortes que siempre perjudican a los mismos? ¿Acaso no nos asiste la Constitución, el derecho y la razón a quienes desaprobamos cuantas medidas se toman para hacer pagar colectivamente la deuda generada por unos pocos? ¿Acaso no nos asiste la razón, el deber democrático y la ética ciudadana, cuando gritamos que estamos hasta las narices de tanto ensañamiento, de tanta insolvencia y mentira?

Palabras como chusma, hordas o manada, puestas en boca de quienes con tanto entusiasmo aplauden al presidente y a sus ministros, suenan despectivas y desgraciadas. Si el Gobierno miente, se muestra ineficaz o toma medidas contrarias a sus compromisos electorales, es algo que para ellos carece de importancia. Son decisiones de un presidente que es «de los suyos». ¿El resto? Ya saben: nazis, morralla, turba, chusma… No les interesa el por qué de las protestas. ¿Acaso ignoran que muchos están al borde de la desesperación? ¿Desconocen que muchos pierden sus casas, sus trabajos y hasta la alegría?

En medio de tanta incomprensión y de tanto insulto emerge un poema de Carl Sandburg —«Yo soy el pueblo, la multitud, la chusma, la masa, ¿sabéis que todas las grandes obras las he hecho yo?»—; la masa, la multitud, la chusma.

Algo no funciona en esta democracia cuando el ciudadano sólo es requerido para votar. Algo detestable hay en el periodismo de parte, si recurre al insulto cuando los ciudadanos han decidido dejar de ser vasallos. En todo caso, seamos conscientes de que las grandes conquistas sociales no se han logrado en los salones, despachos, columnas de opinión, ni en esas tertulias montadas para despotricar contra la oposición ciudadana. Las grandes conquistas sociales se han logrado en la calle, con la expresión libre de la gente. Columnistas y opinadores deberían saber que la chusma callejera, que el populacho (como ellos nos llaman) es laborioso y paciente pero, al igual que las abejas de un panal, responde cuando son hostigadas.

Es lunes, escucho a Frank Wess:

http://wp.me/p38xYa-DP


10 comentarios

  1. madamebovary dice:

    Populacho, chusma o masa es lo que ellos necesitan para, mediante una propaganda falaz y zafia, manipular a su antojo para satisfacer su afán totalitario, y su política. No contaban con el poso ciudadano que ha calado en una parte importante, aunque no decisiva, de la población. Un abrazo.

  2. grojol dice:

    Esta democracia no es democracia, por eso no funciona. ¡Hagamos que funcione! ¡Hagamos DEMOCRACIA!
    Estoy de acuerdo en que no conseguiremos nada con abstenciones ni con votos en blanco.
    Pero la chusma unida… eso no se lo esperan. ¡Podemos dar la sorpresa! ¡Estemos abiertos!

    Salud

    • jcromero dice:

      Creo que sí, que un voto en blanco masivo debiera tener sus consecuencias. Estoy de acuerdo con eso de la chusma unida…

      • grojol dice:

        Entonces, si estamos de acuerdo en eso de la chusma unida… podríamos aceptar lo del voto en blanco masivo-ganador. ¡Eso sí sería un ejercicio de democracia y una auténtica sorpresa para los que no esperan nada nuevo! ¡Qué bonito sueño! Lo dicho: ¡Estemos abiertos!
        Un abrazo

  3. Gerión dice:

    Los que de verdad queremos cambiar esto, tenemos dos opciones (referente a las europeas primero), o no votar, o buscar alternativas verdaderas, cada uno con su pensamiento.
    http://lastermitasdelcielo.wordpress.com/

    • jcromero dice:

      Pues en esas estamos. La abstención consciente es una opción tan valida como otra cualquiera aunque particularmente prefiero el voto en blanco. Llenar las urnas de votos sería una gran acción aunque me temo que quienes deben sacar conclusiones mirarán para otro lado y pensarán que los responsables de ese voto son unos ilusos porque ellos, con los votos de quienes hayan votado, conseguirán unos magníficos resultados.

      Saludos

  4. Verbarte dice:

    Ya, ni siquiera votar cada cuatro años. La aristocracia usurpadora del poder busca como agua de mayo el alejamiento definitivo de las urnas vía abstención. Saben que los suyos, los selectos y los electos, nunca fallan y ahelan contar menos votos pero fieles la noche de las elecciones, sin sobresaltos, sin alternativas, sin votos en blanco que les saquen los colores si tuvieran vergüenza sus venas.

    Salud

    • jcromero dice:

      Depende de nosotros responder a los usurpadores de la democracia o de esto que dice llamarse así. No contamos con grandes meidos pero tenemos cierto acceso a la información. Vivimos en una época en la que cualquiera que busque información contraria a la oficial, para su contraste, puede encontrarla. En nuestras manos está seguir el juego plantarnos de una vez.

      Salud y abolición

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