Demasiadas palabras

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Justicia sí, pero no a mí

De política, como de fútbol, puede escribir cualquiera. Todos nos consideramos capacitados para cuestionar las decisiones de entrenadores y gobernantes; todos elucubramos con los errores en las tácticas y estrategias o mostramos nuestras preferencias por tal o cual jugador. No me parece mal: el fútbol es un simple anestésico y la política democrática debe estar sometida al permanente juicio y veredicto de los ciudadanos.

Escribir y opinar sobre las actuaciones y decisiones de los jueces, es diferente. No es que letrados y juristas merezcan mejor consideración que políticos, columnistas o entrenadores deportivos, pero escribir sobre actos jurídicos concretos, teniendo tan nulo conocimiento del Código Civil como del Penal e ignorándolo todo sobre los procedimientos judiciales, lo considero una temeridad. Por otra parte, la manera tan farragosa de redactar autos y sentencias no facilita su comprensión a quienes no estamos familiarizados con ese lenguaje. Se puede opinar, faltaría más, pero no parece sensato hacerlo cuando se desconoce todo sobre los métodos judiciales.

Quizá por ello, y por los intereses partidistas de cada cabecera, la prensa nos ofrece un auténtico galimatías interpretativo sobre el auto firmado por la jueza Mercedes Alaya respecto al escandaloso caso de los ERE. Así resulta que la juez: imputa a dos expresidentes y cinco exconsejeros, pide la imputación, plantea la imputación o imputa sin imputar. Ante tantos matices lo mejor sería ir al auto para esclarecer lo que otros no aclaran, pero volvemos a lo del texto farragoso e incomprensible. Esta forma de redactar seguramente esté motivada por el empeño en delimitar los hechos y dar sustento jurídico a la decisión adoptada, pero no facilita su comprensión al iletrado en la materia.

En cualquier caso, nadie tiene dudas del desvío de dinero publico y que en diferentes Expedientes de Regulación de Empleos se insertaron personas que no cumplían los requisitos exigidos. En consecuencia, parece evidente la responsabilidad política por acción o por omisión, en determinados cargos de la Junta de Andalucía. En este caso, el PSOE ha perdido otra oportunidad más para diferenciarse del PP. Si desde el PSOE federal, Soraya Rodríguez, acusa a la juez de buscar la «imputación mediática» de sus cargos, desde el PSOE-A se resaltan las casualidades sistemáticas de los diferentes autos de la juez. Es este un argumento recurrente puesto que Mercedes Ayala hace coincidir sus actuaciones con fechas relevantes en el calendario político andaluz. Desde luego las coincidencias son llamativas pero, ¿qué pensaríamos en el caso contrario? ¿Qué pensaríamos en el supuesto de un juez que ajustara su instrucción, citación de implicados o la firma de sus autos en función de la agenda para minimizar las consecuencias políticas? Cuando el PSOE pone el foco sobre la juez comete el mismo error que el PP. El foco hay que ponerlo sobre el esclarecimiento de los hechos. Punto y aparte. Si los jueces se desvían en sus funciones o, se quitan la venda de los ojos para actuar con intencionalidad política, en función de su afinidad ideológica, cabe esperar la acción de aquellas instancias que depuren tan perniciosos comportamientos.

Cuando nuestra democracia tiene más goteras que el Congreso de los Diputados, necesitamos confiar en la Justicia. Si jueces y magistrados nos ofrecen dudas, al menos, seamos coherentes. Lo mismo que muchos pedimos la imputación de dirigentes populares (Rajoy, Cospedal o Arenas, entre otros) por el llamado caso Bárcenas, parece lógico que se investigue, aclare y purgue todas las actuaciones delictivas y los desvíos de dinero publico en el caso de los ERE. El PSOE lo mejor que puede hacer es asumir la situación, ayudar a esclarecer todo el entramado de malversación y sacar del foco de su acción política a la juez.

Los políticos suelen decir  que ellos asumen y acatan las decisiones judiciales, pero cuando éstas actuaciones les incriminan directamente parecen decir: Justicia sí, pero no a mí.

http://wp.me/p38xYa-mi

En otros blogs: Imputaciones en diferido y con forma de simulación,  Contra Bárcenas no hay Alaya que valga, Breve comentario sobre el Aforamiento y la juez Alaya, Griñán sabía lo que iba a pasar…, Jueces y política


10 comentarios

  1. Leo dice:

    Por supuesto que el fraude es lo que debe hacer sonrojar a todo elPSOE. Pero eso no significa que la estrategia política de esta Jueza no pueda ser criticada. Su propio Auto y el Recurso de Anticorrupción dejan bien a las claras que junto al esclarecimiento de los hechos, lo que persigue es hacer todo el daño posible al PSOE y a determinados miembros de este partido.

    • jcromero dice:

      Desconozco si la jueza tiene una «estrategia política» o una estrategia instructora. Hay indicios para pensar lo primero pero, en todo caso, un partido político, debe ser muy escrupuloso y pensárselo muy bien antes de poner el foco sobre un juez. El recurso de Anticorrupción avalaría lo que escribo: el propio sistema jurídico tiene mecanismos para depurar las actuaciones de jueces y magistrados no ajustadas a derecho.

      Que los directamente afectados denuncien una resolución que entienden perniciosa y poco motivada, parece sensato. Pero un partido que está siendo salpicado por un caso tan repugnante, no puede tener otra estrategia que el esclarecimiento total de las acusaciones.

  2. icástico dice:

    La tolerancia de la ciudadanía es fruto de la atomizacíón de los problemas que nos acucian y de la falta de coordinación en la acción. No se sabe ni qué atacar ni cómo. La acción más contundente, no cabe duda, es el castigo en las urnas, pero llegada la cita tambien llega la amnesia.

    • jcromero dice:

      Puede que la acción más contundente, como escribes, sea el castigo en las urnas. Pero, ¿cómo aplicar ese castigo? ¿No votando? ¿Votar en blanco? ¿Dispersar el voto entre opciones con nula posibilidad de arrebatar el gobierno a estos impresentables? Igual la solución sea más conciencia ciudadana.

      • icástico dice:

        Cualquiera de las alternativas que formulas son válidas si están dictadas por esa conciencia ciudadana ¿cuál es la conciencia buena o mala? Las opciones con nula posibilidad lo son porque, precisamente, no les damos opción. Nos hemos – nos han – acostumbrado a la dualidad y excluimos todas las alternativas: blanco o negro, playa o montaña, madrid o barsa, pp o psoe, demócratas o republicanos, público o privado, rubia o morena, invierno o verano, el mundo o el pais, etc, descartando todas las opciones intermedias por ser eso, aparentemente nulas. A los bloques mayoritarios les interesa este discurso porque solo hay dos opciones, que se alternan, y el discurso o el marketing se monta para que sea solo A o B los que vivan bien y se alternen.

  3. grojol dice:

    Quizá nuestra realidad esté condicionada por la excesiva atención a las palabras -«Demasiadas palabras»- que manejan a su antojo los que manipulan las vidas de los demás. ¿A qué nivel de deterioro -me pregunto- tendríamos que llegar para actuar? ¿Actuar para qué? ¿Estaremos dispuestos a algo diferente o preferimos más de lo mismo?(Democracia sí, pero conmigo no…) Quiero creer que podemos… Pero no abundan alternativas que inviten a actuar en una dirección . ¡Aunque haberlas haylas! ¿O no?

    • jcromero dice:

      «¿A qué nivel de deterioro -me pregunto- tendríamos que llegar para actuar?» Esa es una buena pregunta de muy difícil respuesta. Nos provocan a diario, nos dicen que hemos gastado por encima de nuestras posibilidades cuando en realidad hemos soportado sus ataques por encima de lo tolerable y no hacemos nada. Nos dicen que no hay dinero para que los ciudadanos tengan cubiertas sus necesidades básica pero para la banca hay miles de millones que no devolverán. Nos rebajan los salarios, las becas, pensiones y los derechos civiles y laborales, pero no hacemos nada. ¿Qué más no tienen que hacer para decir basta ya?

  4. Laura dice:

    Me gusta la entrada. La encuentro demasiado benevolente con los jueces, pero me gusta. Los jueces, bajo las togas, tienen ideología y preferencias partidarias. No afirmaré que todo lo hacen en función de sus opciones políticas pero muchas veces las togas no consiguen tapar todo el sesgo político o ideológico que subyacen en sus actuaciones y decisiones judiciales.

  5. Verbarte dice:

    Preocupante la actuación de todos los actores que intervienen en la vida pública española. Tan preocupante como la actuación de esas minorías silenciosas de las que el PP trata de apoderarse una y otra vez.

    • jcromero dice:

      Es preocupante, como escribes, pero lo que realmente me preocupa es la tolerancia de la ciudadanía con determinadas prácticas, el mirar para otro lado y actuar como si no fuera con ella.
      Sobre el uso y cómputo que hace el PP de la mayoría silenciosa, es otra tomadura de pelo de estos gobernantes.

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